En primer lugar,
recordemos que la externalización de servicios, o más conocida como outsourcing, consiste en que una empresa confía a otra empresa,
por un periodo relativamente largo, la gestión y ejecución de una o más
actividades necesarias para su funcionamiento.
Las PYME practican desde hace mucho tiempo la externalización. Ejemplos de externalización muy comunes son la contabilidad y las nominas, que son labores realizadas, en la inmensa mayoría de los casos, por gestorías especializadas en estas cuestiones. Además, algunas PYME externalizan el servicio de logística, facturación, ventas y cobros. El empresario ha de marcar objetivos, límites, gastos e ingresos.
- Atención al cliente ya que sea online o por teléfono.
- Gestión de contenidos y gestión de redes sociales de las marcas.
- Marketing/promoción por todas las vías, redes sociales, e-mailing, campañas telefónicas… etc.
Una empresa de
veinte personas puede no tener la suficiente estructura como lanzarse a la
creación de un Departamento de Marketing. Los costes de la nueva estructura
comercial pueden ser demasiado gravosos para la empresa. Pero, ¿puede la
empresa prescindir de un Departamento Marketing
y Comunicación en un mercado cada
vez más competitivo? La respuesta es no.
La
solución es externalizar esta función según su presupuesto y necesidades. Esto
le permitirá poner en marcha una estrategia de marketing y comunicación y
llevar a cabo acciones comerciales operativas coordinadas sin tener que hacer
frente al coste de estructura que supondría montar este departamento de forma
interna. Además, la externalización de servicios a empresas especializadas
evita a la PYME empezar de cero y le permite aprovecharse de la experiencia, el
“know how” y la profesionalidad del equipo al que contrata.
Las ventajas de la externalización son evidentes. Gracias a ella podemos:
- Dominar los costes gracias a un contrato claro con los proveedores del servicio.
- Desaparición de la gestión de recursos humanos en el departamento contratatado: selección, contratación, altas, bajas, despidos, vacaciones... La empresa contratada se encargar de que siempre tenga al mejor personal a tu disposición.
- Limitar, y en algunos casos prescindir, de los gastos de personal y su gestión.
- Optimizar el tiempo del personal interno, sobre todo el de Dirección, pudiendo dedicarlo a gestionar prioridades y a centrase en la actividad propia de la empresa.
- Tener una mayor flexibilidad y una amplia gama de proveedores para elegir.
- Actualización sin esfuerzos por tu parte ni necesidad de estar pendiente. Tu proveedor te garantizará que las labores puestas en sus manos estarán actualizadas, manteniendo las técnicas y recursos actualizados siempre al día.
- Optimiza los costes de estructura inmobiliaria al no tener la necesidad de ampliación de locales cada vez que aumente la actividad y viceversa.
- Ventaja competitiva traducida en reducción de costes de estructura, que le permite aumentar de forma flexible la productividad en todas las áreas de su negocio.
- Ahorro en costes de formación, mano de obra, tiempo de ejecución, captación, etc.
- Un buen proveedor puede garantizar los procesos se lleven a cabo de forma eficiente, con los objetivos marcados, y con tiempos de respuesta rápidos.
Si has elegido externalizar, ten en cuenta estos puntos:
- Establece los términos de coste. Que sean claros tanto para la empresa como para el proveedor.
- Establece un contrato que rija las condiciones y los objetivos.
- Busca la mejor opción y la más adaptada a tus necesidades y posibilidades.
- Por último, pon en marcha las herramientas de controles de calidad y cantidad, para poder controlar en todas las circunstancias los servicios internos o externos.
Si aún no has elegido este modelo, deja que los especialistas trabajen para tu negocio. Plantéatelo, analízalo y descubrirás que aporta soluciones fáciles a un montón de situaciones cotidianas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario